PSICOLOGÍA Y TERAPIA INDIVIDUAL

Depresión

Cuando la mente se queda sin recursos para seguir luchando —cuando ya ha intentado todo: controlar, pensar sin parar, anticipar, resistir— entonces se apaga. Se va hacia adentro.

La depresión aparece como un estado pasivo que inmoviliza.
Una especie de ancla que te hunde y te desconecta del mundo, de los demás y de ti.
Te cuesta aceptar lo que pasa afuera, pero también moverte hacia adentro sin dolor.
Todo se vuelve pesado. Todo se vuelve demasiado.

¿Ese lugar al que has llegado es un refugio, o una jaula de la que ya no sabes cómo salir?

En terapia nos acercamos a ese lugar con cuidado, sin forzar.
Damos espacio a lo que estás sintiendo, sin prisa, con presencia y comprensión.

Poco a poco, desde ahí, empezamos a reconocerte en medio de todo lo que te duele.
A
reconstruir tu conexión contigo misma.
Y con ese contacto, empiezas a recuperar la dirección, el deseo, la vida.