Tengo baja autoestima

Nuestra autoestima no es algo fijo ni inmutable. No es un ente externo que simplemente “tenemos” o “no tenemos”. Es una construcción que se moldea a lo largo de nuestra vida, influida por nuestro entorno, nuestras experiencias y las creencias que hemos adquirido.

Durante mucho tiempo, yo también pensé que mi autoestima era algo dado, algo que no podía cambiar. Pero hoy sé que sí puedo revisar, cuestionar y transformar la relación que tengo conmigo misma.

Porque aceptarse no es rendirse. Es aprender a estar de nuestro lado. Es permitirnos errar, sentir, crecer y confiar en nosotras mismas.

Muchas de las creencias que rigen nuestra forma de tratarnos no las hemos elegido conscientemente. Nos han enseñado a ser de una determinada manera, a seguir normas que quizás hoy ya no nos representan ni nos hacen bien. Pero aquí está la clave: podemos elegir qué queremos seguir sosteniendo y qué queremos soltar.

Así que te pregunto:
¿Cómo quieres tratarte?
¿Qué elecciones puedes empezar a hacer hoy?

No tienes que saber cómo hacerlo todo ahora mismo. Estás a tiempo de aprenderlo. Y si lo necesitas, estoy aquí para acompañarte.

Gracias por leerme.

Claudia.

Siguiente
Siguiente

“La tristeza me arrastra” “El enfado me bloquea”